Cuento
Siempre Unidos
La
clase de matemáticas para Sandra era siempre así, hacer los ejercicios sin
mucho interés, desde hacia un tiempo para acá, ella permanecía sentada en su
lugar hablando con sus compañeros de junto, había agarrado la costumbre de
hacer los ejercicios en su casa. Tan aburrida como siempre, pero con un toque
de ganas, agarró su lapicera, puso los libros en la butaca y se dispuso a
resolver algunas ecuaciones, cuando abrió esa bolsa roja y vio dentro para
ubicar algún lápiz, vio un papel. Estaba
cuidadosamente doblado y metido de la misma manera, le pareció extraño,
al instante supo que alguien le había dejado algo, cuando lo sacó y desdoblo,
su estomago pareció revolverse, era un oso dibujado a lápiz, debió de haberle
gustado mucho porque eso la hizo sonreír de más, entonces vio que tenía un
mensaje, era un pedazo de canción de amor, lo interesante es que nadie se lo
había dado personalmente y en el dibujo no decía quien lo mandaba, decía el
nombre de Sandra y un signo de interrogación, varios a su alrededor lo notaron y
preguntaron de quien era, pero Sandra no sabia y al parecer nadie había visto a alguien introducir ese
papel en la lapicera roja. Sandra no tenia novio y ella había referido varias
veces que no quería estar con nadie, que nadie le gustaba y era verdad, ella se
mostraba indiferente a todos los hombre con los que convivía, no daba más de lo
que recibía, simple amistad, ella se llevaba con muchos niños, especialmente
del equipo de futbol. Entre ellos estaban Carlos, Jairo, José, Hugo, Daniel,
Abraham, Javier, Onasis, Fernando, Ricardo, y muchos más. Hacia un tiempo que
Jorge le había declarado a Sandra su amor, eso ya tenía un buen rato. Jorge se
llevaba especialmente con Ricardo que vivía cerca de su casa y con Daniel que
tenía cierto tipo de jugadas que hacían que hiciera con Jorge un buen equipo,
ellos eran sus amigos más cercanos y ellos sabían cuanto quería a Sandra,
estuvo insistiendo mucho tiempo para estar con ella, sin embargo la situación
no se dio tan fácil como podría pensarse, aun así no se rindió, Jorge se había
salido de la escuela un semestre antes, pero mantenía comunicación con sus
amigos y especialmente con Sandra, porque a veces platicaban por internet ya
que no la podía ver, él con todo el cariño y el ingenio que podía tener, le
enviaba cosas a Sandra, dibujos, cartas, rosas, peluches, etc. Estos eran
entregados a su enamorada por medio de Ricardo, ella los recibía, y daba las
gracias permanecía viendo esos detalles por un buen momento y los enseñaba a
quien se lo pedía, después los guardaba.
Jorge
por su parte fuera de la escuela entrenaba futbol y pensaba en Sandra hablaba
con sus amigos, salía normalmente con Ricardo, a veces invitaban a los demás y
cosas así, la pasaban bien. Entrenaba a menudo con Daniel, decía que era su
mejor amigo en la escuela, Jorge y Daniel se referían el uno al otro como
hermanos, decían que nadie en la cancha los entendía mejor y que podían hacer
grandes partidos estando los dos adentro. La verdad jugaban muy bien y estaban
muy metidos en su deporte, Jorge también salía con su familia pero siempre
pensando en dos cosas importantes para él, el futbol y por su puesto Sandra.
Tenía ganas de regresar a la escuela, incluso él le había contado a Sandra y a
sus amigos que estaba echándole muchas ganas a su nueva escuela para poder
renovar su beca en la escuela anterior y así poder estar con todos como él
quería. El tenía las dificultades normales de un niño de su edad, cabe decir
que todos estaban en un promedio de entre 15 y 17 años, pero a pesar de todo
era siempre positivo, siempre tenía buena cara para todo, no era el muchacho
más simpático del mundo pero tenía una personalidad que lo hacía especial, era
buena persona y siempre parecía estar sin intenciones de molestar a nadie,
trataba de evitarse problemas y no incomodar a nadie, varias personas lo
apreciaban por eso.
Daniel,
era un muchacho alto, piel con un tono bronceado, era delgado, fuerte, tenía
mucha condición, era un gran deportista no sobresalía a primera intención con
sus amigos pero tenía unos ojos color cafés,
con unas pestañas más largas que las de cualquiera de sus amigas y para arriba
como nadie. Varias niñas en la escuela
se referían a él como un niño guapo, causaba mucha sensación entre todas, tal
vez sus ojos eran la causa de esa atracción que las niñas sentían hacia él. Tenía muchos amigos, salía de viaje
muy seguido por cosas de su deporte pero aun así trataba de mantenerse a raya
con sus actividades de su escuela, era un niño muy amable y era muy tranquilo, era
respetuoso y siempre se le veía alegre excepto esas veces que se enojaba por
cosas del futbol que era más seguido, pero eso solo en la cancha, nunca trataba
mal a nadie y era un relajo bueno, era más alivianado y tenía cierta chispa que
lo hacía interesante.
Un día
que Sandra no tenía paraescolar estaba con
Caro una de sus mas allegadas amigas, se acercó Hugo, Daniel y Jairo y
las invitaron a comer unas hamburguesas, se les había ocurrido de último
momento pero todos pudieron avisar en sus casas y decidieron irse. Hugo llevaba
carro, y así es como todos subieron en él y fueron a comer, pasaron largo rato
platicando y echando relajo, todos la pasaron muy bien, fue una tarde lluviosa
y entretenida, estuvieron juntos casi hasta caer la noche, de ahí Hugo fue a
dejar a sus amigos a sus casas, como estas tardes hubo muchas. Todas las tardes
al salir de clases se reunían e platicar y comer en la cafetería de la escuela,
entre todos armaban un escenario de diversión y relajamiento que los hacía
permanecer ahí un buen rato hasta que llegaba la hora de irse a sus casas y al
otro día continuar haciendo lo mismo.
Así
fueron pasando los días, pero extrañamente una noche cualquiera, Daniel tubo un
sueño, fue del todo ordinario, donde estaba con Jairo y con Sandra en el
auditorio de la escuela, todo normal, pero le extrañó que Sandra hubiera estado
en el, era su amiga pero aun así pensó que era raro, desechó la idea de su
mente lo más rápido que pudo, al otro
día llegó a la escuela normal como siempre, así transcurrió el tiempo y cada
día que pasaba el veía a Sandra de otra forma, empezó a sentir cosas por ella,
pero lo pensó bien y cayó en que Sandra no tenía novio pero aun así Jorge había
estado pretendiéndola desde hacía mucho tiempo, aparte era su amiga, llegó a la
conclusión de que eso que sentía era una atracción pasajera, pero mientras más
pasaba el tiempo él se dio cuenta d que todo el tiempo pensaba en ella,
entonces supo que le gustaba, él se lo dijo en secreto a Fernando, uno de sus
amigos, este iba en el salón de Sandra y por cierto, eran primos, entonces le
dijo que le daba gusto que él y su prima pudieran tener algo que ver y le dio
ánimos para que él le dijera a ella.
Ya
habían pasado varios meses después de la primera carta, Sandra ya había
recibido más, con mensajes similares de amor y cosas así todos sin remitente,
entre esas cartas, varios amigos de Sandra le habían dicho que ella también le
enviara una a su amor secreto, ella le escribió diciéndole que le daba las
gracias por los detalles pero que aunque ella se enterara de quien era el que
las mandaba, no iba a cambiar nada de lo que sentía y lo que sentía era que no
quería a nadie como para tener una relación, esta carta llegó al enamorado.
Estaba
Daniel sentado en su banca cuando llegó Nallely y le entregó la carta que
Sandra había escrito, cuando él la leyó su actitud no fue de tristeza ni mucho
menos, lo que pasó por su mente fue que Jorge por más amigo suyo que fuera ya
no estaba en la escuela y que aunque en ese momento Sandra no quisiera un
novio, lo iba a hacer, se llenó de ganas y con más entusiasmo empezó a querer a
Sandra, esa carta le había dado ánimos,
hacia la situación más interesante para él. Empezó a decirle a varias personas
que quien le gustaba era Sandra, el chisme se corrió Rápido y a ella le
llegaron rumores, pero cuando se veían actuaban de manera tan normal, como dos
amigos ordinarios, pero ya había cambiado algo, por dentro tenían ya un
sentimiento especial.
Daniel
se decidió confesarle esto a Sandra, le hizo un último dibujo pero esta vez se
lo dio de frente y le confesó que ella le gustaba muchísimo y que había pensado
dejarlo parar pero no había podido y que ahora estaba dispuesto a demostrarle
cuanto la quería.
Con
anterioridad él había hablado con Jorge
para decirle que sentía algo por Sandra, este reaccionó de buena manera dijo
que era algo que él no podía controlar pero que aun así le dolía mucho que
siendo amigos hubiera ocurrido esto, los dos estaban muy dolidos pero aun así
no querían cesar ante el otro, decidieron salir los tres para aclarar todo ese
asunto que era muy pesado y abrumador, solo iban en plan de amigos pero
obviamente la situación ya había cambiado por completo, decidieron ir al parque, se encontraron como a las 11 de
la mañana, estuvieron platicando, llego la tarde y fueron a comer, cuando llego
la hora de irse, empezaron a caminar por unas calles empezó a llover entonces
la gente empezó a meterse a locales pero ellos tenían prisa porque los padres
de Sandra la estaban esperando en otro lugar, los dos insistieron el
acompañarla pero ella dijo que estaba lloviendo que no era necesario que se
molestaran, entonces Jorge le dijo que
él la llevaba, pero Daniel quiso hacer lo mismo, ninguno de los dos quería que
se fuera sola con el otro, y ella insistió en que no era necesario que podía
caminar sola, entonces los dos prefirieron mil veces que caminara esas cuadras
sola a que el otro la acompañara, ya que ella no quería que los dos fueran con
ella, entonces la dejaron ahí y los dos agarraron para diferentes lados.
Al otro
día mientras Daniel estaba con sus amigos en la escuela, noto que Sandra no
había llegado, dos horas más tarde lo sacaron de su salón y lo juntaron con un
grupo de jóvenes, les avisaron que ellos habían referido haberse llevado con
Sandra. Entonces le dijeron lo que nunca
hubiera querido escuchar, el cadáver de Sandra se estaba velando en ese
momento, y que quien quisiera ir a acompañar a la familia pasara a la dirección
por los datos en donde estaba el cuerpo de su compañera para poder despedirse
de ella y verla por última vez, ahí
también se encontró con Jorge y Cuando todos estaban enterrándola, nadie tuvo
más remedio que apoyarse y decidieron que toda la vida los uniría algo.
Por: Yarime Hernández Robles
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